Corresponde a la Hispano Americana de Ediciones, S. A. empresa filial de la editorial italiana Vecchi, el mérito de haber introducido en el mercado español a los más populares- héroes del comic americano de los años 30. Efectivamente, a través de las páginas del Aventurero, Yumbo y la Revista de Tim Tyler la Hispano Americana dio dimensión popular y anténtica difusión nacional al género de la historieta, logrando esto, precisamente, gracias a los personajes del King Features Syndicate que distribuía en Europa la agencia Opera Mundi.
De estos personajes, el más famoso, el que mayor importancia alcanzó en la España de la segunda República y. posteriormente, en los años cuarenta y cincuenta de la posguerra fue Flash Gordon, creación afortunada de Alex Raymond en 1934. Editado primero en el Aventurero -versión más o menos fiel de la revista que en Italia publicaba Nerbini con el genérico de L’Avventuroso-, el personaje se afianzó en el gusto de los lectores españoles a partir de esta primera edición, hasta el punto de que, famoso entre los más famosos héroes de la
cultura de masas nacional, Flash Gordon ha superado largamente la docena de diferentes ediciones españolas.
1.¡¡La destrucción del mundo!! Con este título apocalíptico y sensacionalista, traducción fiel de la versión italiana, comenzó a publicarse-el comic de Flash Gordon en el número 1 del Aventurero (14 de mayo de 1935). El personaje se daba en portada de la revista, a todo color, iniciándose sus aventuras cronológicamente a partir de la primera plancha dominical dibujada por Raymond.
Para valorar ésta y otras ediciones que la Hispano Americana acometerá a partir de la versión italiana de Flash Gordon, siempre con un exceso de fidelidad al enfoque dado al personaje por los editores italianos, hay que tener en cuenta la enorme dependencia que durante buena parte de su historia tuvo la empresa barcelonesa respecto de la casa Editora Vecchi, de la cuál recibió durante mucho tiempo las planchas con que publicar los personajes que animaban sus revistas. Es así como Flash Gordon, que Alex Raymond presentaba en la viñeta seis de la primera página dominical como un «graduado en York y renombrado jugador de polo», se convertía en la edición de Nerbini y a través de ella en la española en un «comisario de policía», lo que, además de permitir toda suerte de reflexiones, hace pensar si buena parte de las alteraciones que Flash Gordon tenía -en esta primera edición española -en textos y dibujo- no provenían acaso de haber utilizado como material de reproducción el que entonces se difundía en la Italia fascista...
- Semana tras semana, los lectores españoles conocieron a través del Aventurero la saga de Flash Gordon y, al tiempo que se asomaban a los fantásticos mundos que Raymond inventaba en sus dibujos -hombres-halcones, hombres-leones, reinos submarinos y arbóreos, etc.-, conociendo a los protagonistas, buenos y malos. integrales, que poblaban la historia, pudieron apreciar también la rápida y progresiva evolución en calidad que Raymond logró en estos años. Y ello con el magnífico complemento que el Aventurero ofrecía, publicando también «X-9», de Raymond; «Popeye», de Segar; «Tarzán», de Foster; «Mandrake», de Phil Davis. etc.; en este magnífico repertorio de personajes Flash Gordon tendrá. siempre los honores de la portada -excepto en los números 111 al 118, en que la ocupó «Tarzán»-, hasta llegar al número 166 (20 de diciembre de 1938), último de la revista.